
Observar el nacimiento y la muerte de los seres es como mirar los movimientos de una danza. Una vida es como un relampago en el cielo, que se desliza veloz como un torrente por la pendiente de una montaña.
Tal vez la vida no implique grandes conocimientos, pero sí, el de vivencias que tracen nuevos caminos a recorrer. Es el camino del Yoga. Más vale una onza de práctica que toneladas de teoria.
2 comentarios:
yo soy
Vita brevis...
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